Cada vez queda más lejos el lanzamiento original de Windows 10 y el arranque de este sistema operativo, pero nadie habrá olvidado la política de Microsoft en su intención de aumentar la cuota de adopción.
Y no sólo de Windows 10, sino también de Microsoft Edge entre los usuarios que ya habían actualizado a su último sistema operativo. Pues bien, en Finlandia, esto le ha costado un contratiempo a la compañía. Y ya han prometido que no volverán a llevar a cabo este tipo de políticas de 'insistencia'.
Microsoft ha llegado a un acuerdo en Finlandia, según el cual no instalarán ningún tipo de software en los ordenadores de los usuarios sin su consentimiento. Si se revisa con mayor detalle este 'pacto', la compañía de Redmond se compromete a proporcionar toda la información necesaria para los usuarios, respecto a actualizaciones e instalaciones de hardware, y por supuesto a respetar que antes de aplicar una instalación se espere al consentimiento por parte del usuario para arrancar esta instalación. 'La empresa no puede contar con que el usuario obtenga la información por sí solo', señala el organismo de protección del consumidor en Finlandia.
Microsoft debe cesar en su 'política de insistencia' y dar más información a los usuarios
Windows 10 llegó durante el verano de 2015, y desde entonces se ofreció a los usuarios la actualización gratuita desde Windows 7 y desde Windows 8.1. Pero esta actualización gratis estuvo disponible únicamente durante un año. Y durante este tiempo, la compañía de Redmond mantuvo disponible también la mini aplicación 'Obtener Windows 10', la cual llegó a todos los usuarios a través deWindows Update, de forma automática, para todos los usuarios. Eso, y los archivos de instalación del sistema operativo, que se introdujeron de forma silenciosa en el ordenador de estos mismos usuarios.
No encajó demasiado bien que Microsoft hiciera esta instalación de la mini aplicación y la preinstalación de Windows 10 descargando sus archivos en segundo plano. Pero encajó menos todavía que esa mini aplicación, que de forma constante sugería actualizar a Windows 10 aprovechando el plazo de un año, no dejaba a los usuarios que cancelasen la operación. O al menos, no daba todas las facilidades que debía. Eso desencadenó en que algunos usuarios acabasen instalando Windows 10 en sus ordenadores sin tener realmente la intención de hacerlo.
Fuente: adslzone
